La tecnología avanza a pasos agigantados, a menudo superando la velocidad de la legislación y regulación. Por esta razón, es crucial no solo escuchar a los expertos, sino también a aquellos que están en el terreno, quienes pueden ofrecer valiosas perspectivas sobre cómo la tecnología puede influir en la toma de decisiones.
Durante años, hemos presenciado un avance significativo en nuestro país. Sin embargo, es fundamental entender las perspectivas y percepciones de todos los actores sobre qué acciones debería tomar el Congreso en relación con posibles decisiones legislativas. Esta discusión es vital porque a menudo nos encontramos ante la dicotomía de dejar que las cosas avancen por sí mismas o impulsar iniciativas que buscan mejorar la sociedad y combatir la corrupción y otros problemas.
La importancia de este debate puede ser ilustrada con un ejemplo reciente. El Congreso está considerando dos proyectos de ley sobre la regulación de la inteligencia artificial los cuales podrían limitar su desarrollo. Estos proyectos, aunque nacen con buenas intenciones y basados en experiencias internacionales, podrían generar regulaciones excesivas y difíciles de revertir.
Es por eso por lo que la discusión técnica es crucial. Debemos identificar los puntos en los que la tecnología ha demostrado su valía y los desafíos que presenta. Además, es fundamental comprender las perspectivas del sector privado, académico y real. Su experiencia nos ayudará a evitar errores y a tomar decisiones informadas basadas en las mejores soluciones técnicas. Estamos aquí para aprender y profundizar en nuestros conocimientos, al igual que ustedes, que son expertos en sus campos.
En el sector de la construcción, la transformación digital se ha convertido en una piedra angular para el avance y la optimización de los procesos. Colombia no es ajena a esta revolución, y el Building Information Modeling (BIM) ha sido un protagonista clave en este cambio. A través de una iniciativa liderada por el foro académico y respaldada por diversas instituciones educativas, se ha buscado no solo divulgar las ventajas del BIM sino también implementarlo en entornos académicos y profesionales. Este esfuerzo colectivo busca definir y crear material didáctico para capacitar y fomentar la investigación, y así establecer espacios de participación con el fin de lograr una normalización conceptual y práctica de BIM en Colombia.
La colaboración entre el sector académico y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) ha sido fundamental para revisar y generar recomendaciones sobre el uso de BIM en proyectos de asociación público-privada. Este trabajo conjunto ha permitido no solo reconocer la importancia de BIM en la planificación y ejecución de proyectos sino también promover su uso a través de eventos, retos y encuentros que buscan explorar las posibilidades que ofrece esta metodología.
A nivel normativo, Colombia ha hecho avances significativos, con la adopción de estándares internacionales y la posibilidad de certificación bajo la ISO 19650. Sin embargo, la implementación de BIM va más allá de lo normativo; es un cambio cultural y metodológico que implica una nueva forma de trabajar, donde la colaboración, la interoperabilidad, y la eficiencia son clave. La estrategia nacional BIM, aunque bien intencionada, enfrenta el reto de unificar y simplificar las guías y estándares para evitar confusiones y duplicidades en el sector.
El papel del sector académico es crucial en este proceso de transformación. Más allá de enseñar el uso de software, se trata de fomentar un cambio en la forma de pensar y trabajar en proyectos de construcción. La colaboración, comunicación y el trabajo en equipo son habilidades esenciales que deben ser desarrolladas junto con la competencia técnica. Instituciones como el SENA, y otras de formación técnica y tecnológica, tienen un papel importante en satisfacer la demanda de profesionales capacitados en BIM.
El objetivo último de la implementación de BIM en Colombia es hacer que el sector de la construcción sea más eficiente, transparente, y sostenible. Los beneficios potenciales incluyen la reducción de errores, minimización de costos, y una mayor transparencia en los proyectos. Asimismo, BIM juega un papel crucial en la construcción sostenible, permitiendo una mejor planificación y ejecución de proyectos que son ambientalmente responsables.
Finalmente, la adopción de BIM en Colombia representa un camino progresivo que requiere paciencia, colaboración y una visión clara de los objetivos a alcanzar. Es fundamental establecer indicadores y metas claras que permitan medir el avance y el impacto de BIM en la industria de la construcción. A medida que Colombia continúa avanzando en este camino, es crucial mantener un diálogo abierto y constructivo entre todos los actores involucrados, desde el sector público hasta el académico y el privado, para asegurar que la transformación digital en la construcción cumpla con su promesa de un sector más eficiente, transparente y sostenible.
El proyecto Crossrail, ahora conocido como la Línea Elizabeth, es más que un simple desarrollo de infraestructura pública; se destaca como un paradigma de innovación digital en los sectores de construcción e ingeniería del Reino Unido. Este proyecto icónico no solo cambió el paisaje físico de Londres al introducir una nueva línea ferroviaria de 100 km, sino que también transformó la forma en que se gestionan los proyectos mediante tecnologías digitales.
En este proyecto, Cross International juega un papel fundamental en la difusión del conocimiento y las estrategias derivadas del proyecto Crossrail en todo el mundo. Como parte del gobierno del Reino Unido, específicamente bajo el Ministerio de Transporte, la misión de Cross International es ayudar a otros gobiernos y organizaciones a desarrollar sus propios proyectos ferroviarios. El equipo, con base principalmente en Londres y ahora con presencia en Colombia, está compuesto por profesionales que ocuparon puestos clave en el proyecto Crossrail, aportando una riqueza de experiencia y especialización.
Una de las contribuciones más significativas del proyecto Crossrail fue su uso pionero del Modelado de Información de Construcción (BIM). Esta tecnología no fue solo una herramienta, sino una fuerza transformadora que redefinió las prácticas de gestión de proyectos y construcción. La estrategia digital del proyecto, liderada por Malcolm Taylor, exdirector de Estrategia Digital en Crossrail y ahora parte de Cross International, enfatizó el papel crucial del BIM en la gestión de datos complejos a través de las diferentes etapas de la construcción.
El BIM ayudó a integrar sistemas de información dispares, permitiendo una comunicación sin interrupciones entre ellos, lo que fue esencial dado la variedad de sistemas de señalización utilizados en la red de transporte de Londres. El entorno de datos comunes (CDE) creado para Crossrail almacenó más de 450,000 planos y fue accedido por alrededor de 450 usuarios simultáneamente, demostrando la escala en la que las herramientas digitales pueden mejorar la eficiencia y la colaboración.
Las implicaciones económicas de Crossrail son considerables. El proyecto, que costó casi 20 mil millones de libras, mejoró la capacidad del sistema de metro de Londres en un 10% y estableció nuevas conexiones a través de la ciudad y hacia el aeropuerto de Heathrow. Además, proporcionó ahorros significativos y mitigación de riesgos. La gestión digital de los datos del proyecto se estima que ha ahorrado aproximadamente el 4% del presupuesto del proyecto, una cifra sustancial al considerar la inversión total.
El proyecto también se centró en la sostenibilidad social al generar 1,000 pasantías, equipando a la población local con habilidades en construcción digital. Esta iniciativa destaca un aspecto esencial de los proyectos de infraestructura modernos: no solo se trata de construir estructuras físicas, sino también de empoderar a las comunidades y fomentar el crecimiento económico a largo plazo.
El éxito de Crossrail ha establecido un referente para otros países, incluida Colombia, que ahora busca renovar su sector ferroviario. La política proactiva de transformación digital del Reino Unido, que apoyó el proyecto Crossrail, ha demostrado que la integración de herramientas y estrategias digitales puede mejorar significativamente la productividad y sostenibilidad de los proyectos de infraestructura.
Finalmente, el proyecto Crossrail es un testimonio del poder de la transformación digital en la infraestructura pública. A medida que los países de todo el mundo continúan mejorando sus sectores de construcción e ingeniería, las lecciones aprendidas de la experiencia del Reino Unido ofrecen valiosas perspectivas sobre cómo las tecnologías digitales pueden impulsar la eficiencia, reducir riesgos y crear entornos urbanos más resilientes y sostenibles.
La digitalización en la industria de la construcción ha experimentado una revolución significativa en la última década, especialmente con la adopción del Modelado de Información de la Construcción (BIM) en diversos países. Sin embargo, como discutieron expertos de América Latina en una reciente mesa redonda, no todas las estrategias son adecuadas en todos los contextos ni momentos. La discusión giró en torno a la relevancia de ajustar las prácticas pasadas y enfocarse en estrategias que respondan a las realidades contemporáneas de cada país, en este caso, Colombia.
LECCIONES DE CHILE Y LA EVOLUCIÓN NECESARIA
Chile fue pionero en la región en adoptar BIM, catalizando numerosos desarrollos en toda América Latina. No obstante, los expertos coinciden en que replicar exactamente lo que hizo Chile en su momento no sería adecuado para Colombia hoy en día. La dinámica y los desafíos actuales requieren una adaptación y una personalización de las estrategias que van más allá de lo que fue efectivo en el pasado. El BIM, aunque poderoso, se ha estigmatizado de ciertas maneras que podrían limitar su aceptación y eficacia en nuevos contextos.
LA IMPORTANCIA DE UNA POLÍTICA DE DIGITALIZACIÓN INTEGRAL
Una idea central del panel fue la necesidad de ver la digitalización no solo como la adopción de BIM sino como parte de una estrategia digital más amplia. Esto implica aprender de los errores y éxitos de otros pero innovar en función de las necesidades específicas de Colombia. Los expertos destacaron que, en lugar de seguir pasos preestablecidos, es crucial desarrollar una política que se adapte a la evolución del mercado y la sociedad.
¿LEGISLACIÓN O FLEXIBILIDAD REGULATORIA?
Una pregunta crucial planteada fue si Colombia debería implementar una legislación específica para exigir el uso de BIM. Mientras algunos argumentan que una ley podría ser necesaria para garantizar la adopción y el cumplimiento, otros sugieren que una aproximación más flexible podría ser más efectiva, equilibrando la regulación con incentivos que demuestren los beneficios del BIM.
EL ROL DEL LIDERAZGO GUBERNAMENTAL Y MULTIDISCIPLINAR
El liderazgo gubernamental fue señalado como un componente esencial para el éxito de la digitalización en la construcción. No solo debe haber un compromiso por parte de las autoridades, sino que debe existir un equipo multidisciplinario dedicado, que trabaje de manera constante y coherente en la implementación de BIM y otras tecnologías digitales.
COLABORACIÓN ENTRE EL SECTOR PÚBLICO, PRIVADO Y ACADÉMICO
Se enfatizó la importancia de la colaboración entre todos los sectores involucrados: público, privado y académico. Estos sectores deben trabajar juntos para desarrollar estándares, formar a los profesionales y adaptar las tecnologías a las necesidades locales. El sector privado, en particular, juega un papel crucial como motor de innovación y como fuente de conocimiento y recursos.
HACIA UNA IMPLEMENTACIÓN PERSONALIZADA Y EVOLUTIVA DEL BIM
La implementación de BIM en Colombia, y en cualquier otro lugar, no debe ser una copia de estrategias pasadas. Debe ser una adaptación inteligente y considerada, que tome en cuenta las condiciones actuales y futuras del país. La flexibilidad, el liderazgo claro y la colaboración son fundamentales para crear un entorno en el que la digitalización no solo sea posible, sino exitosa y sostenible. En lugar de una ley rígida, podría ser más beneficioso desarrollar un marco regulatorio adaptable que acompañe y facilite la transformación digital de la industria de la construcción.
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